sábado, 20 de junio de 2009















































El 13 y 14 de junio se realizo la Travesia Solidaria organizada por el Club de Remo y Nautica Belen de Escobar. La solidaridad, la camaraderia y la buena onda hicieron que esta travesia fuese un fiesta total.

Travesia Solidaria

La travesía solidaria organizada por el Club de Remo y Náutica Belén de Escobar fue una perfecta combinación, por un lado poder ayudar a la gente que mas lo necesita y ver sus caras de alegría y agradecimiento y por el otro compartir con un excelente grupo de personas una lindísima e inolvidable remada por el delta del Paraná.
Este viaje comenzó el viernes a las cuatro y media de la tarde cuando me subí al kayak y me lancé a remontar el río Lujan. Con el sol todavía brillando fui disfrutando del entorno, gente paseando por la costanera, el majestuoso Museo de Bellas Artes, los oxidados y viejos barcos de los astilleros y los biguas que en bandadas descansaban en la orilla. Cuando ya se estaba poniendo el sol llegue a la boca del arroyo Caraguata y me encontré con Ana Morales, una agradable y excelente compañera de travesía. Nos presentamos ya que solamente nos conocíamos vía mail a traves de la listakayak.

Enseguida cayo la noche y con ella el frío, lo cual nos obligo a abrigarnos y a colocarnos las luces de navegación por precaución. Seguimos remando por el río Lujan, cruzamos el Canal Arias y de allí en adelante el Lujan se transformo en un apacible arroyo donde las luces se fueron perdiendo y la oscuridad y el silencio nos invadió. A pesar del fresquete que hacia la remada se hizo muy llevadera ya que íbamos charlando entretenidamente, la neblina que por momentos no dejaba ver mucho hizo que estemos atentos para no pasárnos de largo la boca del arroyo Correntino, pero enseguida unas débiles luces de una casa y un concierto de ladridos anuncio que ya habíamos llegado a su entrada.
Continuamos paleando a buen ritmo, en la orilla izquierda el viejo barco oscuro y fantasmal daba la impresión de que desde allí alguien nos vigilaba pero era solo nuestra imaginación, en el cielo brillaban un sin fin de estrellas y lo único que oíamos era el sonido del remo entrando y saliendo del agua. La última curva nos mostró el Paraná el cual estaba hecho una pileta, remontamos unos 500 mts hasta que a las diez de la noche arribamos al CRNBE.
Aquí fuimos recibidos de manera muy cordial por Pablo Guzman y otros integrantes del Club, subimos los kayaks y luego de cambiarnos pasamos al quincho donde nos invitaron con un rico asado y pescado a la parrilla echo por Pepo Cano que muy gentilmente enseguida nos ofreció, el confortable fuego que ardía y la calidez del recibimiento nos hizo olvidar del frío y el cansancio que teníamos. Luego de cenar y conversar con Pepe Suarez, Leo, Wily y Pablo nos fuimos a dormir.

El sábado por la mañana nos despertamos súper temprano, desayunamos tranquilamente y mate por medio fuimos levantando campamento. Dentro del quincho se fueron entregando las remeras, las calcos y también una bolsita de cereales, a las ocho y media ya estábamos listos cien palistas, se dio una pequeña charla y a las nueve ya nos encontrábamos todos en el agua. Cruzamos el Paraná de las Palmas e ingresamos al río Carabelas, compartiendo la remada con Fernando Cernadas y Nadia de San Nicolás, Pepe Suarez, Ana Morales y Lorena Godoy, mientras adelante nuestro el Guardacosta de la PNA cumplía su tarea de repartir las bolsas con ropa para los isleños. El día estaba espectacular y el sol reconfortante y asi continuamos viaje por el canal 4 hasta que llegamos a la entrada del arroyo Grande donde todos nos reagrupamos. Por este bello arroyo donde en sus orillas descansan viejos ranchos abandonados, hicimos la parada de almuerzo.

Reanudamos la marcha bajo los efectos post almuerzo y seguimos viaje por el arroyo Grande donde esta vez fui charlando con Aníbal quien era el que el cerraba el grupo. Remamos varios kms por aquí hasta que salimos al Parana Mini y a las cinco y media de la tarde arribamos al Club 9 de Julio.
Aquí se armo el campamento y hubo una ambiente de fiesta total, dentro del salón donde ardía la salamandra se sirvió la cena que consistió de una deliciosos choripanes y hamburguesas, hubo reconocimientos para algunos integrantes del Club por ejemplo Clarita que con sus trece añitos se vino remando a la par de todos nosotros. Grande CHIQUILINA!!. También se sortearon artículos de camping, donde me lleve un jarrito termico, y para ponerle mas onda de la que había empezó a sonar la guitarra, el charango y la armónica al ritmo del folclore y algunos rocks. La noche termino en el muelle donde cada uno brindo y dijo unas palabras sobre como la estaba pasando en esta travesía.

El domingo el despertador sonó a las 7 y media de la mañana, desayunamos dentro del abrigado salón, levantamos campamento y lentamente se fueron tirando los botes al agua hasta que a las diez ya estábamos todos en el agua. Recorrimos algunos kms por el Mini hasta que enganchamos el canal 5 y luego el Canal de la Serna, donde en el camping El Rey, lugar en cual había parado dos años atrás volviendo de Nueva Palmira, bajamos a almorzar. Aquí luego de comer Ana Morales y yo nos despedimos del grupo ya que todavía nos quedaba un largo trecho hasta Tigre y queríamos llegar temprano. Cordialmente nos despedimos y al mediodía nos pusimos a remar, luego de una hora de paleo llegamos al Parana de las Palmas donde se nos acoplo Pablo Cabanillas, cruzamos el ancho río e ingresamos al arroyo Carapachay.
Por este pintoresco río bajamos con buena corriente a favor hasta que hicimos el ultimo tramo por el esta vez, agitado río Lujan, finalizando a las cinco y media de la tarde en la rampa del Club Hispano. Aquí me despedí de Pablo y de mi buena compañera Ana Morales, sin dudas fue una Travesía Solidaria inolvidable y extraordinaria, donde sobraron toneladas de SOLIDARIDAD y sobretodo BUENA ONDA Y AMISTAD. Millones de gracias por todo y hasta la próxima Travesía.


Lucas Sosa






























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