miércoles, 11 de agosto de 2010


Tercera Travesía Solidaria


En la Travesía Solidaria del año pasado la pase tan pero tan bien que este año no podía dejar de participar de tan lindo encuentro donde la solidaridad y la amistad hacen de esta travesía una fiesta total. Organizada por el Club de Remo y Náutica Belén de Escobar con el fin de ayudar a los amigos isleños, una vez al año es la excusa perfecta para reunirnos entre los amigos del rio y compartir una buena remada e inolvidables momentos.
Mi tercera Travesía Solidaria comenzó el jueves a las once y media de la mañana cuando me subí a mi kayak y comencé a remontar el rio Lujan. Con un radiante sol que brillaba en las aguas y que confortaba el rostro fui disfrutando del entorno que me rodeaba. Atrás quedaron los astilleros, las torres del Marinas Golf, el club ACA hasta que a la una de la tarde llegue a Dique Lujan. Ya con hambre quise bajar a comer en donde esta la vieja estación de ferrocarril con su vagón de antaño. Un pintoresco sitio para descansar pero debido a la cantidad de juncos que existen en la orilla de la plataforma se me hizo imposible desembarcar. Como era temprano decidí continuar y buscar un mejor lugar para almorzar.
Seguí remando por el rio Lujan, el cual se torno angosto, apacible y agreste. Un avión que volaba en círculos sobre mi cabeza irrumpió con el ruido de sus motores la tranquilidad de la cual venia disfrutando. Por fin se marcho y quedamos solos el rio y yo. El avanzar de mi kayak cortaba las espejadas aguas desdibujando todo lo que se reflejaba en ellas. Una sigilosa garza mora que se posaba en la orilla salía volando cada vez que me acercaba y no faltaron los Martin Pescador que aparecían de a ratos con sus bellos colores. Así llegue al arroyo Correntino y a las tres de la tarde pare a descansar y almorzar en la barca abandonada que se encuentra en una de sus márgenes. Luego de comerme unos sándwiches y de tirar algunas fotografías y como no quería que me agarre la noche continué viaje.









Una hora después y con el sol todavía en alto el correntino me saco al ancho Paraná de las Palmas. Quieto estaba el rio lo que me permitió acercarme a los barcos abandonados para fotografiarlos en su lugar de descanso final. Remonte los últimos quinientos metros hasta que llegue al Club de Remo y Náutica Belén de Escobar. El primero que me recibió fue el Cabezón (Marcelo Alejandro Farías) de Gualeguaychu. El loco estaba sentado con el mate esperando mi arribo. Nos saludamos cordialmente y nos conocimos personalmente ya que solo nos conocíamos del facebook. Enseguida mate en mano y mientras yo armaba la carpa nos pusimos a charlar. También se nos sumo Martin Anunziato uno de los primeros socios del CRNBE en llegar al club. El atardecer estaba espectacular y me acerque a la orilla del rio para registrarlo en mi cámara.






El viernes amaneció muy frio y que podíamos esperar, si estamos en pleno invierno. Un manto blanco cubría al Paraná dándole un aspecto fantasmal y entre la espesa bruma se abría paso un silencioso buque. Muchos amigos palistas llegaron al Club entre ellos Ale Carranza, Pedro Gastauer, La India (Blanquita), Héctor Alonso, Jorge Villanueva, Marianita, Pedro y Rodrigo de Tigre. Más gente de Rosario Pepo Cano, Sabina, Ismael, Lisandro, Walter del Greco y Pamela. Y de San Nicolás infaltables Fer Cernadas y Nadia. Cuanto movimiento generamos los ciento veinte kayakistas que participamos de esta travesía. Gente desayunando, otros desarmando la carpa, inscribiéndose, estibando los botes y algunos ya casi listos para arrancar. Pablo y Luis dieron una breve charla sobre la actividad que se realizaría y a las nueve en punto con un sol radiante y el Paraná de las Palmas totalmente despejado comenzamos a remar.







Cruzamos el rio e ingresamos al arroyo Las Piedras. El sinfín de colores de tantos botes pintaron el lugar. El paisaje por estos lados es muy cambiante ya que por momentos abunda el monte y luego cambia a la monotonía de las plantaciones de álamo. Sectores talados y desmontados para la cría de búfalo nos dio tristeza. Remando y compartiendo charlas con distintos amigos entramos al rio Carabelas Grandes. En este rio nos reagrupamos y a partir de ese momento fuimos acompañados por la lancha de la Prefectura que fue entregando las donaciones para los isleños.





Poder ver la cara de felicidad de estos amigos lleno el corazón de alegría. Continuamos remando y pasamos el puerto de Papel Prensa, donde unas viejas balsas se hallaban amarradas. Estas extensas islas están comunicadas a través de balsas que son utilizadas para pasar autos y camionetas. A la una y media de la tarde los ciento veinte kayakistas paramos a almorzar. Había mucha hambre y de los tambuchos salió de todo, latas de conservas, fiambres, costeletas de cerdo pero creo que el premio mayor se lo llevo el Cabezón que nos deleito con un exquisita longaniza acompañada de queso y pan casero. GRANDE CABEZON!!!. Que panzada que nos dimos.





A las dos y media nos pusimos a remar otra vez. La tarde estaba maravillosa y el sol que pegaba bien de frente era muy relajante. Apenas soplaba una leve brisa. Charlando y disfrutando del entorno que nos rodeaba cubrimos los últimos diez kilómetros hasta que a las cinco y media de la tarde arribamos al camping Blondeau. Este parador data del año 1915 y cuenta con un almacén de antaño provista de todo tipo de mercadería. Sus viejos muebles hacen parecer que el lugar esta detenido en el tiempo. Cuenta con un lindo parque, cancha de futbol y un viejo teatro donde manda la madera. Los participantes se fueron acomodando y cada uno busco el mejor lugar para acampar. Al caer el sol se puso fresco y enseguida todo el mundo se puso a matear aunque otros prefirieron tomar unas cervezas en el almacén.
Llego la hora de la cena y adentro del teatro donde reinaba un ambiente de camaradería y amistad empezaron a repartir los choripan. La bandeja con la que Clarita, la kayakista más jovencita de la travesía, ofrecía los choripan, se vaciaba enseguida. Entre tanto jolgorio Pablo, Luis y el presidente del CRNBE pidieron un momento de silencio y dijeron unas palabras alusivas. Estaban muy felices por poder ayudar a la gente que mas lo necesita y por que estas travesías solidarias salen cada vez mejor. También agradecieron a todos los que ayudaron y participamos de esta tercera Travesía Solidaria. Después de esto se sortearon regalitos y se armo la guitarreada para seguir con esta fiesta de solidaridad. Como muchos estábamos cansados y con sueño nos fuimos a dormir.






El sábado amaneció muy pero muy frio. El rio estaba cubierto por una densa neblina que lo tapaba todo y el pasto y los botes estaban blancos por la helada que había caído. Un kayakista calentaba sus heladas manos sobre el fuego que ardía en una parrilla. Perezosamente los palistas se fueron despertando. Desayune con la banda de Rosario y con los amigos de Berisso bajo el techo del quincho. Café con leche y mate acompañados de galletitas y mermelada fue nuestro nutrido desayuno. Mientras levantábamos el campamento Pablo nos reunió para contarnos la actividad que haríamos durante el día. Cuando ya teníamos todo listo los ciento veinte kayakistas, las cientos veinte personas que hicieron este sueño realidad posamos para la foto grupal.
A las diez de la mañana el sol ya había quitado la neblina del rio y los kayakistas se subieron a sus botes. La caravana comenzó a remar por el Canal Alem bajo un cielo totalmente despejado y luego de un par de kms ingreso al arroyo las Piedras Remábamos tranquilos, conversando y riendo de las anécdotas que se contaban. Plantaciones y más plantaciones de álamo predominaban la zona. Estas forestaciones han reemplazado al monte original. Nos volvimos a reagrupar y la una en punto de la tarde paramos almorzar. La llegada a Escobar estaba prevista para las tres y media de la tarde pero como mi travesía terminaba en Tigre decidí continuar. Me fui despidiendo de los amigos del rio y le consulte a Pablo y Anibal por que arroyo debía tomar. Me explicaron bien para no perderme y muy agradecido por todo lo brindado a la una y media me puse a remar.







Mi tercera travesía solidaria se volvía otra vez en solitario. Otra vez quedamos el rio y yo. Continué bajando por el arroyo las Piedras hasta que llegue a una bifurcación y enganche por el arroyo Zorrilla. Este curso de agua lo disfrute mucho ya que durante su recorrido pude observar varias garzas blancas y muchos Martin Pescador. Así salí al Paraná de las Palmas, pase el CRNBE saludando a los socios que se movían seguramente esperando al resto del grupo. Atrás quedaron los barcos abandonados y el Canal Arias. A las cinco de la tarde ingrese por el arroyo Banco donde baje para sacar del tambucho la luz frontal y el celular. Corte camino por el agreste arroyo Gelvez donde viví un momento de mucha paz escuchando los sonidos de la naturaleza que anunciaban el fin de otro día.





El ultimo tramo ya de noche, cansado y con mucho cuidado lo reme por el arroyo Espera, rio Sarmiento y canal Gambado, donde me encontré con mis dos amigos Eloy y Adrian. Cuando salí del Gambado, que siempre digo que es el portal a este mundo fantástico llamado Delta, cruce el Lujan para ingresar al pútrido rio Tigre y a las siete y media de la tarde concluí con mi travesía. Y que mas puedo decir, la pase tan pero tan bien compartiendo amistad, solidaridad y buenos momentos con los amigos del rio que ya estoy pensando en la Cuarta Travesía Solidaria. Muchas gracias por todo y hasta la próxima amigos!!!

Lucas Sosa

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